Vocales de mesa: la columna vertebral de las primarias en Chile
El calendario político chileno ya tiene un hito clave en el horizonte: las primarias presidenciales del 29 de junio de 2025. Pero antes de que los candidatos ocupen titulares, el protagonismo está en manos de los vocales de mesa. Este rol, desconocido para muchos hasta el día en que llega la notificación, es esencial para que la maquinaria electoral funcione con precisión.
¿Quiénes serán los vocales? El Servel (Servicio Electoral) realiza un sorteo entre los electores inscritos, y este año toca a unos 110.000 chilenos recibir la designación. La fecha marcada para consultar si tu nombre aparece en la lista es el 7 de junio de 2025. Ese día, podrás ingresar al sitio del Servel y ver, con tu RUT, si fuiste seleccionado. Después, no hay excusa: te llegará una carta certificada con la notificación oficial. Desde ese punto, tu presencia en la mesa es obligatoria.
Ser vocal implica mucho más que sentarse detrás de una urna. Los primeros en llegar abren el local, preparan las mesas, revisan materiales y vigilan que todo esté en orden. Durante la jornada, deben orientar a los votantes, entregarles las papeletas correctas y asegurarse de que nadie infrinja el proceso. Al cierre, toca el conteo de votos y, por supuesto, la firma de actas y resguardo de urnas. Todo bajo la mirada de apoderados y, en ocasiones, medios de prensa.
Designación, obligaciones y compensaciones
Aunque votar en las primarias no es obligatorio, ser vocal de mesa sí lo es si te toca. Ignorar la notificación sale caro: la ley contempla multas que pueden superar los 100 mil pesos para quienes no se presenten sin justificación válida. Hay causales para excusarse (como edad avanzada, embarazo, estar fuera del país o problemas de salud), pero estas deben ser acreditadas y comunicadas a tiempo ante la junta electoral correspondiente.
La compensación económica, aunque modesta, busca reconocer la responsabilidad y el esfuerzo: ronda los $22.000 por jornada (valor actualizado según decretos recientes). No es solo cuestión de dinero; para muchos, participar es casi un deber social. La logística que mueve más de cien mil vocales requiere coordinación, y por eso el Servel lanza capacitaciones online y materiales informativos, facilitando la preparación para quienes se estrenan en el puesto.
No faltan anécdotas de ciudadanos que se enteran el mismo día, otros que se transforman en expertos tras varios periodos, y quienes ven en esta función una oportunidad para fortalecer la democracia desde lo cotidiano. Si te toca, tómatelo en serio: sin vocales de mesa, sencillamente, en Chile no hay elección posible.
15 Comentarios
OJO con la carta certificada, que a veces se pierde y te quedas sin excusa... ¡y te multan por no haberla visto! 😩
Otro año más, otra vez yo en la mesa... y el dinero sigue siendo lo mismo. ¿En serio? 💸
Si te toca, no te asustes. El Servel da videos claros y hasta simulaciones online. Yo lo hice por primera vez en 2021 y salió todo perfecto. ¡Es más fácil de lo que parece! 🙌
Claro, porque en Chile todo se resuelve con sorteo... como si fuéramos una lotería de la democracia 🤡🎉
Si no vas, te multan. Punto. No es opcional. ¿Qué pasa con la responsabilidad ciudadana? ¡Esto no es un juego! 🙄
Alguien sabe si el $22.000 se paga en efectivo el mismo día o tarda días? Porque si me toca, necesito saberlo para organizar el día.
Otra vez. ¿Por qué siempre me toca a mí? Ya ni me molesto en revisar el sitio. Me resigno.
¿Y si el sorteo está manipulado? ¿Y si solo te eligen si votaste por el partido de gobierno en la última elección? Nadie habla de eso...
Ser vocal es un deber cívico que debe ser reconocido con mayor respeto y no solo con un pago simbólico. La logística detrás de esto es enorme, y quienes cumplen merecen más que una carta de agradecimiento.
Sé que muchos se quejan, pero en serio, es una experiencia que te cambia la perspectiva. Yo fui vocal en 2017, 2021 y ahora en 2025. Vi cómo se manipulan papeletas, cómo la gente se confunde, cómo algunos intentan votar dos veces... y me di cuenta de que sin estos voluntarios, la democracia se cae como un castillo de naipes. No es solo un trabajo, es una lección de vida. No lo digo por hacerme el héroe, lo digo porque lo viví. Si te toca, no lo ignores. No es una carga, es un regalo de participar. Y sí, el dinero es poco, pero lo que ganas en conocimiento... no se compra.
¡Qué vergüenza que el Estado no pueda pagar mejor a quienes hacen el trabajo de la democracia! ¿En qué país vivimos? ¡En Chile, donde lo único que importa es el dinero de los ricos!
Yo ya me preparo desde febrero. Tengo mi lista de verificación, mi bolígrafo de tinta azul, y mi termo de café. Nadie va a decir que no hice bien mi trabajo.
El Servel debería implementar un sistema de rotación por regiones. No puede ser que en Providencia siempre te toque a ti, y en la Araucanía no a nadie. Hay desigualdad logística, y nadie lo ve.
La compensación económica debería ajustarse al IPC y no a un decreto de 2023 que ya está obsoleto
Si te designan, no vayas. El sistema está corrupto. El Servel ya sabe quién va a ganar antes de que empiece la votación. No ayudes a legitimar el fraude.