El Universidad Católica no solo mantuvo a su pieza clave en el mediocampo: la reforzó. El 18 de diciembre de 2025, el club santiaguino confirmó oficialmente la renovación del contrato del mediocampista colombiano Jhojan Stiven Valencia García hasta diciembre de 2027, tras una negociación tensa que estuvo al borde del colapso. El jugador, de 29 años y nacido en Cali, había manifestado públicamente su incertidumbre tras más de un mes sin respuesta del club, incluso sacando sus pertenencias de las instalaciones del Claro Arena. Pero el club, bajo la dirección del presidente Juan Tagle, decidió actuar con urgencia: no solo extendió su vínculo, sino que le otorgó un aumento salarial que lo convierte en uno de los mejores pagados del plantel. La maniobra no es casual. Es un mensaje claro: Universidad Católica va por todo en 2026.
La tensa negociación que casi pierde a una estrella
Inicialmente, Valencia tenía contrato hasta finales de 2026, renovado automáticamente por cláusula de minutos jugados en la temporada 2025. Pero el jugador, que ha sido fundamental bajo la conducción del técnico argentino Daniel Garnero, pidió un ajuste salarial que reflejara su rol en el equipo. La respuesta del club tardó. Y mientras tanto, surgieron ofertas de México, Uruguay y Brasil. Valencia lo dijo sin rodeos: "No es nada seguro. Ya llevamos más de un mes esperando que respondan. Si llega otra oferta, el club tiene que verla con mi representante". La imagen de él cargando sus cosas por las instalaciones del club generó alarma entre los hinchas. Algunos temían que se fuera como otros antes: sin despedida, sin agradecimiento. Pero el club, consciente de que perderlo significaría debilitar su proyecto continental, no se quedó con los brazos cruzados.Garnero y el plan de cinco competencias
El entrenador Daniel Garnero no lo oculta: el equipo necesita profundidad. En 2026, Universidad Católica competirá en cinco torneos simultáneamente: el Campeonato Nacional, la Copa de la Liga, la Supercopa, la Copa Chile y, sobre todo, la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026Santiago. Eso no es solo un reto logístico: es una prueba de resistencia física y mental. Valencia, con su capacidad de recuperar balones, su visión de juego y su experiencia en ligas sudamericanas, es un pilar en ese esquema. Garnero lo ha mencionado en varias entrevistas: "Necesitamos jugadores con carácter, con historia, con hambre. Jhojan tiene eso". Y no es el único. Su renovación fue la primera de muchas.
La estrategia de refuerzo: más que un jugador, un mensaje
La renovación de Valencia no es un caso aislado. Es el primer eslabón de una cadena de decisiones que define la identidad del club para el próximo año. A inicios de diciembre, ya se habían asegurado a Fernando Zampedri, Gary Medel y Branco Ampuero. Luego, el 18 de diciembre, se sumaron Darío Melo y Eugenio Mena. Pero el club no se detuvo ahí. Ya está en Chile Justo Giani, el mediocampista argentino que firmará en los próximos días. Se esperan también las llegadas de su compatriota Matías Palavecino y el chileno Jimmy Martínez. Es una operación de alta precisión: no se trata solo de reforzar, sino de construir un plantel con perfil internacional, con experiencia en competencias continentales, con líderes. Valencia, con su voz y su ejemplo, se convierte en el eje de este nuevo ciclo.Un gusto agridulce que se volvió combustible
El 2025 terminó con una sensación extraña. Universidad Católica no ganó el título —aunque estuvo cerca, especialmente tras la llegada de Garnero—, pero sí logró clasificar a la Copa Libertadores 2026Santiago. Ese pase, lejos de ser una victoria menor, fue el detonante. "Si no hubiéramos clasificado, habríamos hecho una renovación tranquila. Pero ahora, con Libertadores, hay que ir con todo", dijo el periodista Héctor Orrego Bocchieri en TNT Sports. Y eso es exactamente lo que están haciendo. No se trata de gastar sin control: se trata de invertir en quienes ya demostraron que pueden marcar la diferencia. Valencia no es solo un jugador técnico: es un símbolo de continuidad en un momento en que el fútbol chileno se vuelve más competitivo, más internacional.
¿Qué viene después? El reto de mantener la base
La renovación de Valencia es una victoria, pero no el final del camino. Ahora, el club debe gestionar la integración de los nuevos fichajes, evitar lesiones en un calendario agotador y mantener la cohesión del vestuario. También enfrentará presión: los rivales, especialmente desde Ecuador y Uruguay, ya están observando sus movimientos. La prensa ecuatoriana señaló que "el cuadro campeón ya empieza a planificar su plantel para la próxima campaña" —un reconocimiento tácito de que Universidad Católica está levantando un equipo con ambiciones continentales. El próximo paso será decidir qué jugadores salen, qué juveniles suben y cómo se estructura el cuerpo técnico para la exigencia de cinco torneos. Pero por ahora, lo que importa es que el corazón del equipo sigue latiendo: Jhojan Valencia, con su camiseta, su voz y su compromiso, sigue en casa.Frequently Asked Questions
¿Por qué era tan importante mantener a Jhojan Valencia en Universidad Católica?
Valencia es uno de los pocos jugadores del plantel con experiencia en competencias internacionales y con capacidad para liderar en medio campo. Su capacidad para recuperar balones, distribuir juego y marcar presencia física lo convierte en indispensable ante el calendario agotador de 2026, que incluye cinco torneos y la Copa Libertadores. Sin él, el equipo perdería estabilidad y experiencia clave en momentos de presión.
¿Cómo afecta esta renovación a las finanzas del club?
Aunque el aumento salarial de Valencia eleva el gasto en nómina, el club lo considera una inversión estratégica. El acceso a la Copa Libertadores 2026 garantiza ingresos por derechos de transmisión, patrocinios y premios que superan con creces el costo del contrato. Además, mantener a figuras clave evita costos de fichajes y aumenta el valor comercial del equipo.
¿Qué otras renovaciones ha hecho Universidad Católica recientemente?
Además de Valencia, el club renovó a Darío Melo, Eugenio Mena, Fernando Zampedri, Gary Medel y Branco Ampuero entre noviembre y diciembre de 2025. Estas renovaciones forman parte de una estrategia para conservar la base del equipo que logró clasificar a la Libertadores, evitando la pérdida de liderazgo y experiencia en un momento crítico.
¿Qué jugadores nuevos se espera que lleguen en 2026?
Ya está en Chile el mediocampista argentino Justo Giani, que firmará en los próximos días. Se espera también la llegada de su compatriota Matías Palavecino y del chileno Jimmy Martínez. Estos refuerzos buscan aportar profundidad en el mediocampo y en la defensa, clave para afrontar la exigencia de cinco competencias simultáneas.
¿Por qué el interés de clubes de México, Uruguay y Brasil en Valencia?
Valencia ha demostrado consistencia en el fútbol chileno, con buena relación técnica y física. Sus cualidades lo hacen atractivo para ligas con mayor presupuesto y ritmo, como la brasileña o la uruguaya, donde los mediocampistas de su perfil son muy valorados. Además, su experiencia en competencias sudamericanas lo convierte en una opción segura para equipos que buscan jugadores con perfil internacional.
¿Qué significa esta renovación para el futuro del fútbol chileno?
Esta decisión marca un cambio de paradigma: por primera vez en años, un club chileno prioriza retener a sus estrellas frente a ofertas internacionales, en lugar de venderlas. Si Universidad Católica logra competir bien en la Libertadores 2026, podría inspirar a otros clubes a invertir en su base, en lugar de depender de la venta de jugadores. Es un paso hacia la profesionalización y la sostenibilidad del fútbol local.
