Desde que salió a la venta, el iPhone 17 Pro ha sido el centro de una controversia que los fans han bautizado como "scratchgate". La queja principal gira en torno a que la zona del módulo de la cámara se raya con una facilidad que muchos consideran anormal para un teléfono de gama alta.
¿Por qué aparecen los rasguños?
El problema tiene su origen en el propio diseño del plateau de la cámara. A diferencia de modelos anteriores, Apple decidió no incluir ningún chaflán, radio o filete en los bordes del conjunto de la cámara. Esa decisión dejó unos ángulos muy agudos donde la capa anodizada del aluminio no logra adherirse correctamente.
Zack Nelson, del canal JerryRigEverything, realizó pruebas de resistencia que mostraron que los bordes afilados son los puntos críticos. Con un simple roce de una llave o una moneda, la capa anodizada se astilla y deja al descubierto el aluminio crudo.
Las variantes Deep Blue y Cosmic Orange son las más vulnerables, ya que la pigmentación de la anodización en esos colores parece ser más frágil. El coste de estos modelos supera los 1.400 €, lo que hace que el daño estético resulte aún más frustrante para los compradores.

Respuesta de Apple y qué hacer al respecto
Apple ha intentado calmar los ánimos indicando que algunos de los "rasguños" vistos en los iPhone de exhibición son en realidad transferencias de material procedentes de los soportes MagSafe gastados. Según la compañía, basta con una limpieza para eliminar esas marcas y está sustituyendo los soportes desgastados en sus tiendas.
Sin embargo, esta explicación no cubre los casos reales reportados por usuarios que, en cuestión de días, notan desprendimientos de la capa anodizada en el día a día. Apple, por su parte, sostiene que los bordes del plateau son semejantes a los de otros productos anodizados de su línea, como los MacBooks, y que el desgaste pequeño es inevitable con el uso.
Los expertos coinciden en que, aunque el rasguño no afecta el funcionamiento interno, sí daña la estética de un dispositivo premium. Por eso recomiendan colocar una funda protectora desde el primer momento y, si se prefiere usar protector de pantalla, aplicar técnicas sin contacto directo con el marco para evitar fricción.
En conclusión, la falta de un simple chaflán en el módulo de la cámara ha convertido al iPhone 17 Pro en un objetivo fácil para los arañazos cotidianos. Los usuarios que ya han invertido en este modelo deberían considerar una protección extra para mantener su apariencia impecable.