El choque aéreo que tuvo lugar el 29 de enero de 2025 sobre el río Potomac ha dejado Andrew Eaves, Suboficial 2 del Ejército de EE. UU., y Evgenia Shishkova entre los 67 fallecidos, según confirmó la National Transportation Safety Board (NTSB). El accidente involucró al vuelo 5342 operado por American Airlines bajo la marca American Eagle y a un helicóptero Sikorsky UH‑60L Black Hawk del Ejército de los Estados Unidos. El suceso ocurrió a las 19:45 h (UTC‑5) en el espacio aéreo restringido del Washington, D.C., a escasos metros del Ronald Reagan National Airport.
Contexto del accidente
El avión, que partió de Wichita, Kansas, con destino al aeropuerto de la capital, llevaba 60 pasajeros y 4 tripulantes, mientras que el helicóptero volaba una misión de entrenamiento con tres soldados a bordo. La zona del río Potomac está sujeta a una restricción de altitud de 200 pies (≈ 61 m) para aeronaves que transitan cerca de la pista de aterrizaje. La NTSB señaló que el helicóptero sobrepasó ese límite en entre 80 y 100 pies, provocando la colisión en el momento en que el avión iniciaba su aproximación final.
Desarrollo de los hechos
Según el informe preliminar, el piloto del Black Hawk, Ryan O'Hara, recibió datos de altímetro inexactos por el modelo de la década de 1970 que no cuenta con los sensores de presión modernos. Dan Cooper, portavoz de Sikorsky Helicopters, explicó que "los helicópteros más modernos poseen computadoras de datos de aire que corrigen esas lecturas, pero el Black Hawk implicado todavía usa la tecnología original".
El avión se partió en varios fragmentos al impactar contra el agua helada del Potomac, y el helicóptero también cayó bajo la superficie. Los equipos de rescate trabajaron durante tres horas antes de confirmar las primeras víctimas mortales. A las 02:50 h del 30 de enero, la FAA describió las labores de búsqueda como "cada vez más sombrías", sin reportes de sobrevivientes.
Reacciones y declaraciones
El senador de Kansas, Roger Marshall, anunció oficialmente el fallecimiento de las 67 personas involucradas y solicitó una investigación exhaustiva del control de tráfico aéreo del área. Por su parte, el CEO del Club de Patinaje de Boston, Doug Zeghibe, lamentó la pérdida de 14 patinadores que regresaban de un campamento de desarrollo en Wichita, entre ellos la pareja de ex‑campeones mundiales Vadim Naumov y la entrenadora Inna Volyanskaya.
En televisión, el analista aeronáutico identificado solo como Fabio comentó: "Hay negligencia en alguna parte – sea del piloto, del helicóptero o de la torre que autorizó el cruce. No es normal, y es muy lamentable".
Impacto en la aviación y medidas inmediatas
El accidente provocó el cierre temporal del Ronald Reagan National Airport. Más de 200 vuelos fueron cancelados y aproximadamente 5,000 pasajeros se vieron afectados en las 48 h posteriores. La FAA emitió un aviso de restricción del espacio aéreo sobre el Potomac y ordenó inspecciones de los altímetros de los helicópteros militares que operan en la zona.
Este suceso representa el primer accidente mortal de una aerolínea comercial en EE. UU. desde 2009, rompiendo una racha de más de una década sin pérdidas catastróficas en el tráfico civil.
Próximos pasos de la investigación
La NTSB, en colaboración con la FAA, el Departamento de Defensa y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, continuará analizando los datos de los registradores de vuelo (FDR) y de la caja negra del helicóptero. Se espera un informe preliminar dentro de los próximos 30 días, que incluirá recomendaciones sobre la actualización de los sistemas de altimetría en helicópteros de la era pre‑digital.
Entretanto, se abrirá un proceso de revisión de los protocolos de coordinación entre controladores civiles y militares en espacios aéreos compartidos, con el objetivo de evitar futuras tragedias semejantes.
Detalles del evento
Preguntas frecuentes
¿Cuál fue la causa principal del choque?
Los investigadores de la NTSB señalan que el helicóptero voló 80‑100 pies por encima del límite permitido por una lectura errónea del altímetro, lo que provocó la colisión con el avión en descenso.
¿Quiénes fueron las víctimas más conocidas?
Entre los fallecidos destacan los patinadores olímpicos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, la entrenadora Inna Volyanskaya, y los soldados Suboficial 2 Andrew Eaves y Ryan O'Hara.
¿Cómo afectó el accidente al tráfico aéreo en Washington?
El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan quedó cerrado temporalmente, se cancelaron más de 200 vuelos y alrededor de 5 000 pasajeros tuvieron que ser reprogramados o reubicados.
¿Qué cambios se proponen para evitar un nuevo accidente?
Se prevé actualizar los sistemas de altimetría de los helicópteros militares, reforzar la coordinación entre la FAA y el Departamento de Defensa y revisar los protocolos de autorización de cruces en espacio aéreo compartido.
¿Cuándo se publicará el informe final de la NTSB?
El informe preliminar está programado para los próximos 30 días; el informe final, que incluirá todas las recomendaciones, se espera dentro de los seis meses siguientes al accidente.
9 Comentarios
La colisión muestra cómo la violación de límites de altitud se traduce en fallas sistémicas. La teoría de control de tráfico sugiere un desajuste de protocolos interagenciales. La redundancia del altímetro debería integrarse en la arquitectura operativa. Un análisis de riesgo multivariable es imprescindible.
Si bien la NTSB señala un error de altímetro, la verdadera causa radica en la manipulación de datos por parte del mando militar, que oculta vuelos de prueba encubiertos. Los registros de vuelo son inaccesibles al público, lo que sugiere una agenda de encubrimiento. Además, la zona restringida del Potomac ha sido usada para entrenamientos de sistemas de vigilancia no declarados. Por lo tanto, la narrativa oficial es una funda conveniente.
Una tragedia que corta el aliento, 67 vidas arrebatadas en un instante. Los familiares de los patinadores olímpicos ahora enfrentan una pérdida imposible de medir. El cielo sobre el Potomac se volvió testigo mudo de una colisión que nadie pidió. Es imposible no sentir el peso de cada nombre que quedó inmortalizado en los informes. 💔
Desde la perspectiva de gestión de tráfico, la falta de sincronía entre los sistemas civiles y militares compromete la seguridad operativa. La integración de datos en tiempo real podría haber prevenido la incursión del helicóptero sobre el límite de altitud. Reforzar la capacitación de controladores en protocolos de espacio aéreo compartido es esencial. Una revisión normativa con participación interinstitucional se vuelve indispensable.
Me pregunto cómo un helicóptero de los años setenta sigue operando sin una actualización tecnológica. La lectura errónea del altímetro representa una vulnerabilidad crítica que debería ser parcheada de inmediato. ¿Cuántas otras plataformas militares aún dependen de equipos obsoletos? La modernización de la flota es una inversión que salva vidas. Además, la comunicación entre las torres debería incluir verificaciones de altitud cruzada.
Los procedimientos de autorización de cruce en espacio aereó compartido parecen haber sido ignorados. El piloto del Black Hawk tuvo acceso al radar, pero la información no se transmitió al controlador civil. Esa desconexión es un síntoma de la falta de protocolos claros. La normativa actual necesita una revisión profunda. La seguridad no puede ser un juego de adivinanzas.
Todo esto encaja con la teoría de que hay un programa oculto de pruebas de armas bajo el pretexto de entrenamiento. No es casualidad.
Es cierto, la información puede estar sesgada, y la falta de transparencia genera desconfianza, sin embargo, también debemos reconocer que la investigación oficial está en sus primeras etapas, por lo que cualquier conclusión prematura podría ser injusta, además, los datos preliminares ya señalan fallas técnicas que no se pueden pasar por alto.
Coincido en que la desconexión entre sistemas es alarmante 😊, y la necesidad de protocolos claros es imperativa. La coordinación interagencial debe ser una prioridad para evitar tragedias como esta.